PATIO DE LOS LEONES
Muhammed V | 1377-91 | Palacio de los leones | La Alhambra de Granada
Nos encontramos en el lugar más emblemático de la Alhambra, el más fotografiado y el más dibujado. Se trata del Riyad al-Said, el palacio del jardín feliz, mundialmente conocido como el patio de los leones.
Pertenece al palacio independiente que mandó construir quizás el más importante de los sultanes nazaríes, Muhammed V, un rey que no solo promovió las artes plásticas y la arquitectura, sino que incluso, se implicó en su propia construcción.
El patio, de planta rectangular, está flanqueado por una arquería de ciento veinticuatro columnas de mármol de Macael y finos tapices de estuco con motivos vegetales y epigráficos.
La galería se abre con dos puertas laterales y otros dos pórticos en sus extremos. Las puertas conducen hasta la sala de las Dos Hermanas y la sala de los Abencerrajes, mientras que el pórtico norte nos da acceso a la sala de los Reyes.
Todo el recinto es un espacio excepcional, una alegoría al paraíso musulmán donde reina la armonía en sus formas y la proporción aúrea en todo su diseño. Un oasis al abrigo de un bosque de palmeras donde el sultán pasaba sus horas más privadas. Y en el centro de este jardín del edén, como un manantial, brota la famosa fuente con doce leones que da nombre al patio y a todo el palacio.
FUENTE
Sobre la simbología y el origen de la fuente se ha escrito mucho. Quizá la interpretación más extendida es que simboliza la copa de «el mar de bronce del templo de Salomón», y los leones, en este caso, las doce tribus de Israel.
Por tratarse de un número del que es fácil encontrar distintas simbologías, sus interpretaciones son abiertas y muchos ven en ellos los doce meses del año o los doce signos del zodíaco. En cualquier caso, el león se ha asociado a la función de enaltecer la imagen del monarca.
Las teorías acerca de su origen también son muy diversas. Es posible que se trate del regalo de un gobernante judío al monarca en el momento de la construcción del palacio. Teoría que confirmaría el carácter hebreo de su simbología.
La taza está tallada en su borde superior por un poema, obra del poeta y ministro del Reino «Ibn Zamrak». En él se ensalza a Muhammed V y se describe la actitud de los leones y la belleza de la fuente y del agua que se derrama por ella.
“Agua y mármol parecen confundirse sin que sepamos cuál de ellos se desliza”
De cada una de las cuatro alcobas laterales que hay en los costados surge un canal de agua que desemboca en la fuente central. Estos canales también tienen su significado y representan los cuatro ríos del Paraíso musulmán, que dividen el mundo en cuatro partes.
A partir del siglo XVI los cristianos cambiarían la configuración original de la fuente añadiendo una segunda taza y un gran surtidor. Estos cambios pueden verse todavía tal en los grabados y fotografías más antiguas del patio. En el año 1966 se le devolvió su apariencia inicial.
El pavimento del patio también ha ido cambiando a lo largo del tiempo. No obstante, la última actuación llevada a cabo por el Patronato de la Alhambra ha devuelto a este espacio su aspecto original, que se piensa estaba cubierto por losas de mármol.
RESTAURACIÓN
La imagen actual que presentan hoy los doce leones es el resultado de unas arduas labores de restauración que finalizaron en 2004 y que durante casi diez años, repararon la erosión producida por cal del agua y el tiempo, sobretodo en el rostro y las extremidades.
BIBLIOGRAFÍA
- Alhambra, La, Ed. Miguel Sánchez
- Nuevo Arterama Historia del Arte, Vicens Vives, 2005
- Historia del Arte, Angulo Ibáñez, 1971
- Cuentos de LA Alhambra, Washington Irving, 1832, Ed. Miguel Sánchez
- Nuevo Arterama Historia del Arte, Vicens Vives, 2005
- Historia del Arte, Angulo Ibáñez, 1971
- Cuentos de LA Alhambra, Washington Irving, 1832, Ed. Miguel Sánchez
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