jueves, 7 de abril de 2016

La Alhambra | Palacio de los leones




PALACIO DE LOS LEONES
Muhammed V | 1377-91 | La Alhambra de Granada


El Palacio de los Leones está considerado como la zona más íntima y privada de todos los Palacios. Fue la residencia del sultán Muhammad V, cuyo reinado corresponde a la época de mayor esplendor del reino nazarí de Granada.

El acceso y comunicación interior actual entre los distintos palacios es obra cristiana. Por eso, la entrada a este palacio originariamente se hacía desde la desaparecida calle Real Baja.

El espacio central está ocupado por el famoso patio de los leones alrededor del cual se distribuyen todas las demás estancias, como son, la Sala de los Mocárabes, Sala de los Abencerrajes, Sala de los Reyes, Sala de las Dos Hermanas, Sala de los Aljimeces y el mirador de Lindaraja.




SALA DE LOS MOCÁRABES 

En esta parte se encontraba la antigua entrada al palacio desde el exterior, por lo que se piensa que esta sala tendría una clara función de recibidor.

Debe su nombre a la bóveda de mocárabes que cubría toda la estancia y que tuvo que ser demolida tras la explosión de un polvorín cercano en 1590.

Los tres grandes arcos de mocárabes que se abren al patio son el elemento decorativo más importante y mejor conservado de toda la sala.


¡Puede que te interese repasar nuestro Glosario sobre Mocárabe!


SALA DE LOS ABENCERRAJES 

La Sala de los Abencerrajes se encuentra en la zona sur del palacio y fue utilizada como una dependencia privada del rey. Su nombre es una castellanización de los Ibn Sarray, un poderoso linaje de origen norteafricano que intentó hacerse con el trono de  Granada en diversas ocasiones. Según la leyenda, aquí fueron degollados todos los miembros de la familia tras una conspiración llevada a cabo por el propio sultán y, según la leyenda también, la sangre derramada no ha conseguido borrarse de la fuente que ocupa el centro de la sala.

Esta fuente se colocó para que pudiera verse reflejada la hermosa cúpula de mocárabes del techo. Descansa sobre un tambor en forma de estrella de ocho puntas donde se abren ventanas de medio punto que dejan pasar la luz de forma diferente a lo largo del día. Representa una bóveda celeste, una nueva alegoría al Paraíso y es sin duda, uno de los elementos decorativos más importantes de toda la Alhambra.

Matanza de los Abencerrajes. Mariano Fortuny. 1870. Museo Nacional de Arte de Cataluña. Barcelona

SALA DE LOS REYES 

La sala de los Reyes está situada en el lado este del patio. Es una gran sala alargada reservada a fiestas, recepciones y lugar de reuniones.

El espacio rectangular está dividido en tres grandes alcobas y dos más pequeñas por los extremos. Los tres grandes cuartos centrales están separados por tramos de dobles arcos de mocárabes y cerrados por linternas y cubiertas independientes. Cada uno de ellos tiene una cúpula de mocárabes.

A lo largo de toda la sala se abren cinco alcobas. De ellas, las tres centrales tienen sus bóvedas decoradas con pinturas. Estas pinturas fueron realizadas sobre cuero y posiblemente fueron obra de mano cristiana. La bóveda central representa a diez nobles musulmanes o diez reyes nazaríes, de ahí el nombre de la sala. Las otras dos cúpulas se decoran con escenas caballerescas.




SALA DE DOS HERMANAS 

Al igual que la sala de los Abencerrajes, la sala de las Dos Hermanas fue también una vivienda, la estancia principal y más importante de todo este palacio.

El espacio se distribuye en torno a una pequeña fuentecilla circular con dos alcobas laterales y debe su nombre a las dos grandes losas de mármol que hay en el pavimento de la sala principal.

Por su rica decoración este es uno de los espacios más importantes de todo el monumento. Tanto por los paños de estuco que cubren totalmente sus muros como por el zócalo de azulejos de la parte baja. Por encima del zócalo un poema de Ibn Zamrak recorre toda la estancia.

El elemento decorativo más llamativo vuelve a ser la fabulosa cúpula de mocárabes del techo. Se construye sobre un tambor octogonal con ventanas, que al igual que en la sala de los Abencerrajes, iluminan la estancia creando bellísimos juegos de luces y sombras.

A continuación está la Sala de los Aljimeces, una pequeña estancia alargada, cubierta con bóveda de mocárabes, que hace de transición con el Mirador de Lindaraja.




MIRADOR DE LINDARAJA

El mirador de Daraxa o de Lindaraja es un pequeño cuarto separado de la sala de los Aljimeces. Su nombre procede de las palabras árabes «al-Ayn-Dar-Aisa» que significa ‘los ojos de la casa de Aisa’, por lo que debió de ser un lugar destinado a la mujer favorita del Sultán.

Aquí se encuentran posiblemente los más bellos zócalos del palacio. El de azulejos de su parte baja dibuja pequeños mosaicos formando estrellas geométricas.  El que cubre las jambas del arco de entrada, por las inscripciones epigráficas en cerámica de su parte superior, es muy poco frecuente.

El techo está formado por una bóveda de madera con cristales de colores incrustados, recientemente restaurada, que es la única de éstas características que se conserva.





                         



BIBLIOGRAFÍA

-  Alhambra, La, Ed. Miguel Sánchez
-  Nuevo Arterama Historia del Arte, Vicens Vives, 2005
-  Historia del Arte, Angulo Ibáñez, 1971
-  Cuentos de LA Alhambra, Washington Irving, 1832, Ed. Miguel Sánchez







OTROS DOCUMENTOS DISPONIBLES:




                                                                               
                   



VÍDEOS RELACIONADOS:




                                     





0 comentarios :