viernes, 8 de abril de 2016

La Alhambra | Palacio de Carlos V




PALACIO DE CARLOS V
Pedro Machuca   |   1527   |   La Alhambra de Granada


Carlos V llegó a Granada en 1526 tras su boda en Sevilla con Isabel de Portugal. El Rey quedó tan sorprendido por la belleza de La Alhambra que mandó construir un palacio que fuera digna morada del Emperador del Sacro Imperio Romano y que expresase el triunfo de la Cristiandad frente al Islam.

Las obras se iniciaron en el año 1527  bajo la dirección de Pedro Machuca, un arquitecto que había trabajado en Italia posiblemente como discípulo de Miguel Ángel. En una España en la que el estilo imperante era el Plateresco, y que no se había despegado totalmente del Gótico, Machuca diseñó un palacio revolucionario que corresponde estilísticamente al Manierismo, estilo que estaba dando sus primeros pasos en Italia.




PLANTA

Quizá lo más sorprendente y novedoso para la época fue la forma elegida para su planta que inserta un patio circular en un edificio de forma cuadrada, dos formas geométricas simples y perfectas. El edificio fue proyectado utilizando las fórmulas clásicas de la antigüedad greco-romana, símbolo del poder y perfección, rescatadas del renacimiento italiano. Impacta la soberbia grandiosidad del palacio frente a las humildes escalas de los edificios nazaríes.


               


EXTERIOR

Las fachadas más importantes son la sur y la oeste. En ellas sobresalen sus portadas y la diferencia decorativa de sus dos cuerpos, inferior y superior.

El primero de ellos es almohadillado, muy acorde al estilo renacentista italiano, de estilo dórico o toscano. De las pilastras cuelgan argollas de bronce decoradas con animales imperiales como el águila o el león. El superior apunta detalles de una tradición renacentista tardía y alterna pilastras jónicas y vanos adintelados por frontones.

La portada sur se decora con columnas jónicas con fuste estriado y pilastras en su parte inferior y columnas corintias en la superior. Ésta portada daba acceso a los aposentos de la emperatriz y se distingue decorativamente de la portada oeste, que da acceso a la zona palatina del emperador, fachada principal y entrada al palacio.

De la fachada oeste cabe destacar los cuatro bajorrelieves de mármol en el pedestal de las columnas. En ellos aparecen escenas de la Batalla de Pavía, alegorías al triunfo y a la paz que trae el final de la guerra, angelotes que sostienen el mundo con la corona imperial, las columnas de Hércules... Los dibujos de estos relieves son de Machuca y los mármoles fueron tallados por Juan de Orea y Leval.


               


INTERIOR

El patio interior sobrecoge por su austeridad y la sencillez de las columnas de sus dos plantas. La inferior, con treinta y dos columnas, es de estilo dórico y de fuste liso sin estrías, la superior es de estilo jónico. Fueron elaboradas con aglomerado de aluvión y no mármol de Macaél cómo se proyectó en un principio, material mucho más asequible para las arcas del Imperio.

El entablamento sigue el canon clásico de tríglifos y metopas decoradas con bucráneos y guirnaldas. Los pasillos interiores aparecen decorados con una bella techumbre de casetones de madera.




Las estancias del palacio albergan dos importantes museos: el MUSEO DE LA ALHAMBRA, y el MUSEO DE BELLAS ARTES. Tanto por sus colecciones de arte nazarí como por su selección de pintura y escultura de la escuela barroca granadina son visita obligada para comprender y el arte producido en la ciudad de Granada a lo largo de su historia.




                         



BIBLIOGRAFÍA

-  Alhambra, La, Ed. Miguel Sánchez
-  Nuevo Arterama Historia del Arte, Vicens Vives, 2005
-  Historia del Arte, Angulo Ibáñez, 1971
-  Cuentos de LA Alhambra, Washington Irving, 1832, Ed. Miguel Sánchez







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