LOS LÍMITES DE LA IMAGINACIÓN
En esta ocasión viajamos hasta el Museo de Arte Contemporáneo de Vigo para visitar la exposición histórica ‘Julio Verne. Los límites de la imaginación’, una muestra que además de ilustrar las obras de este famoso escritor con ilustraciones, dioramas y objetos de la época, conmemora también la primera visita de Verne a la ciudad gallega así como los 150 años de la entrada del mítico submarino Nautilus a la ría de Vigo. Una exposición fantástica que inicia el nuevo rumbo del MARCO centrado hasta entonces en el arte contemporáneo.
Vigo celebra en 2018 varios aniversarios relacionados con la figura de Julio Verne, popular escritor del siglo XIX, autor de obras tan importantes como ‘Viaje al centro de la tierra’ (1864), ’20.000 leguas de viaje submarino’ (1869) o ‘La vuelta al mundo en 80 días’ (1872).
Julio Verne (Nantes, 1828 – Amiens, 1905) es uno de los escritores más prolíficos, imaginativos e influyentes de la literatura universal, con un centenar de obras publicadas. Desde su despacho, imaginó máquinas y diseñó maquetas que desarrollaría después en sus novelas y que, en muchos casos, se convirtieron en precursoras de los avances científicos y tecnológicos llevados a cabo a partir del siglo XX. Fue un visionario de su tiempo que supo predecir los cambios de la era moderna gracias a su ansia de conocimientos y su imaginación desbordante pero también por los viajes realizados a lo largo de su vida, entre ellos, a nuestro país. Verne visitó la ciudad de Vigo en dos ocasiones en 1878 y 1884, por eso sabía a la perfección que el Nautilus sería capaz de fondear las estrechas aguas de la ría de Pontevedra.
140 años después de su primera visita y 150 del paso del Capitán Nemo por aguas gallegas el MARCO ofrece esta exposición que estrecha todavía más la relación singular del escritor con esta tierra. A partir de una treintena de sus obras más representativas y de los distintos ámbitos en que transcurren sus novelas —la tierra, el aire, el hielo, el agua, el espacio y el tiempo—, la muestra pretende retratar las fronteras, a veces invisibles, entre ficción y realidad, que en este caso se diluyen y convergen.
Exposición
La Fundación Telefónica presenta la exposición en esta ciudad clave tras visitar Madrid y Argentina. Para la ocasión llega al MARCO de Vigo con nuevas piezas de colecciones y museos locales que junto con otras de ámbito nacional e internacional completan la muestra. La exposición se divide en ocho secciones bien diferenciadas repartidas por las seis salas inferiores del museo. El gabinete de Verne, La tierra conocida y desconocida, Trotamundos, Mobilis in mobili, Desiertos de hielo, Flotar o volar, 2889 y Alrededor de la luna.
El recorrido parte del Gabinete de Verne, su espacio de creación, donde se disecciona la imaginación del autor a través de sus novelas, personajes, seres fantásticos y animales, medios de transporte e ingenios que coparon su obra. En esta sección destacan varias joyas bibliográficas, entre ellas, la primera edición mundial de Veinte mil leguas de viaje submarino (1869) que, por circunstancias históricas, fue española.
Los Viajes extraordinarios de Verne buscaban descubrir toda la Tierra a sus lectores; de ahí el subtítulo de Los mundos conocidos y desconocidos. El apartado de Trotamundos es un homenaje a los viajeros y exploradores de mundo y a todos los escenarios que descubrió Fogg en su ‘Vuelta al mundo en 80 días’.
La sala titulada Mobilis in mobili se centra especialmente en la relación del escritor francés con Vigo, a través de sus dos visitas a la ciudad, de la batalla de Rande y de la novela Veinte mil leguas de viaje submarino. Vemos aquí un traje de buzo original del siglo XIX, un antiguo timón y maquetas de barcos mercantes de vapor como los que aparecen en las novelas de Verne.
A finales del siglo XIX, los polos representaban el límite hacia lo desconocido y fascinaban a muchos lectores, por ello, en esta parte se muestran los personajes que acometieron expediciones hasta estas tierras heladas e inhóspitas, que Verne anticipó e imaginó en La esfinge de los hielos (1897) o Las Aventuras del Capitán Hatteras (1886).
La sala contigua está dedicada a la disyuntiva generada, en los inicios de la aeronáutica, entre los defensores de los vuelos más ligeros que el aire —representados por los globos— y quienes apostaban por los más pesados; es decir, los primeros aviones.
La fascinación por viajar a la Luna fue un motivo recurrente en la obra verniana, representada por las novelas ‘De la Tierra a la Luna’ (1865) y ‘Alrededor de la Luna’ (1870), que calaron profundamente en el imaginario colectivo y que hoy en día revelan asombrosas coincidencias con la llegada real del ser humano en 1969.
Una instalación geodésica muestra veinte formas de viajar a la luna representadas en la literatura universal. Además, La fiebre lunar queda recogida en una serie de carteles relacionados con la Luna, que representan desde espectáculos de la época a imágenes de películas. El epílogo de la exposición nos adentra en dos obras futuristas de Verne a través de ilustraciones de autores franceses del siglo XIX, que recrearon avances científicos del año 2000.
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