Como afirmábamos anteriormente, la historia de la animación española es también la historia de nuestro tiempo. Sus protagonistas representan gráficamente nuevos avances como sociedad, ilustrando la infancia de generaciones, poniendo en relieve los valores culturales de cada momento y formando parte así de la cultura y la memoria colectiva de nuestro país.
Los años ochenta marcaron el rumbo que la sociedad española decidió tras la llegada de la Democracia, España se abrió al mundo con un nuevo rostro y a continuación se vivirían los acontecimientos culturales más relevantes de las últimas décadas como la Movida Madrileña, el Mundial de Fútbol de 1982, las Olimpiadas de Barcelona o la Expo de Sevilla en 1992. Fue también una década esencial para las empresas de animación ya que, según la audiencia, se producirían los personajes más recordados y series que marcarían un antes y un después en la animación española. Hablamos de BRB Internacional, una de las principales productoras de animación europeas, con más de 1500 horas emitidas de dibujos animados y responsable de héroes infantiles tan importantes como D’Artacán, Willy Fog o David el gnomo.
BRB Internacional fue una empresa fundada en 1972 por el empresario Claudio Biern Boyd que comenzó representando los derechos de productoras americanas y japonesas como Hanna-Barbera, Warner Bros., The Jim Henson Company y Nippon Animation. Esta actividad fue responsable de la emisión de éxitos de televisión como El show de los Teleñecos, Marco, La abeja Maya o Vickie el vikingo. Con la experiencia, los buenos datos de audiencia obtenidos y los contactos adecuados en el extranjero, BRB se decidió a realizar sus propias series. Estas serían coproducidas por TVE y animadas por los estudios Nippon Animation según los diseños y guiones originales de BRB. ‘Ruy, el pequeño Cid’ (1980) fue su primer estreno ideado íntegramente por el equipo de BRB, una serie que narraba la imaginaria infancia del Cid Campeador y que fue muy bien acogida por la audiencia española de 1980.
El mundial de fútbol celebrado en España sirvió para que la empresa estrenara dos años después ‘Fútbol en acción’ (1982), una serie que repasaba las finales más importantes disputadas hasta entonces y acercaba este deporte a los niños de la mano de Naranjito, la mascota del Mundial. Gracias a esta serie la compañía se dio a conocer en todo el mundo y contó con el presupuesto suficiente para afrontar una de sus apuestas más importantes y laboriosas, ‘D’Artacán y los tres mosqueperros’ (1982), retrasmitida por primera vez en TVE el 9 de octubre de 1982.
‘D'Artacán y los tres mosqueperros’ (1981), basada en la obra clásica de Alejandro Dumas, fue la primera gran creación de Claudio Biern Boyd, una serie que se convirtió desde su estreno en uno de los diez programas más seguidos de Televisión Española aquel año. Su joven héroe protagonizó a continuación varias campañas publicitarias y su imagen se reprodujo en toda clase de artículos escolares convirtiéndose desde entonces en uno de los primeros héroes de la generación de los ochenta.
En palabras de su ideólogo, fue diseñada con rasgos animales, en primer lugar por la buena acogida que habían tenido las series japonesas con este tipo de protagonistas que habían distribuido con anterioridad y en segundo lugar y más determinante, por la necesidad de crear personajes de expresiones básicas, de poco detalle, fáciles de reproducir en serie y llevadas a cabo por una plantilla de ilustradores que trabajaban al otro lado del mundo y que se guiaban por rasgos y figuras esenciales capaces de reproducir en poco tiempo con unos pocos trazos y líneas.
Los relatos y personajes clásicos de la literatura universal fueron siempre una fuente inagotable de la animación a lo largo del tiempo, desde Walt Disney a los Looney Tunes, y Claudio Biern Boyd era un apasionado de estas historias. Así que BRB continuó explotando esta idea, con personajes animalizados y se propuso a revisar otro clásico de la literatura, esta vez de Julio Verne. ‘La vuelta al mundo de Willy Fog’ (1983) es hasta el momento la serie de animación española más vista en todo el mundo, mérito conseguido gracias a unos guiones muy cuidados, que contaron con historiadores y especialistas, y por supuesto unos personajes entrañables como Willy Fog, Rigodón, Romi y Quico.
BRB se había convertido en una exitosa multinacional que no solo creaba series de calidad sino que generaba gran cantidad de marketing alrededor de sus productos. Sus series compartían valores imperecederos como el compañerismo, la constancia o el respeto por todos los seres vivos. Fue entonces cuando, por azares del destino, cayó en manos de Claudio Biern Boyd un ejemplar de ‘Los gnomos’ del escritor holandés Will Huygen, publicado en 1976. Las ilustraciones de aquel libro, obra del artista Rien Poortvliet, cautivaron rápidamente al productor y le sirvieron de inspiración para su próximo proyecto, el inolvidable ‘David el gnomo’ (1985). Gracias al minucioso trabajo artístico, sus personajes entrañables y un trasfondo educativo importantísimo, David el gnomo se convirtió en la serie más importante de los estudios, la más exportada en la historia de España y por lo tanto, la más exitosa de la compañía. Sus aventuras junto a su esposa Lisa, a lomos del zorro Swift o huyendo de los malvados trolls fueron aclamadas por la crítica y la audiencia, reuniendo frente al televisor a toda una generación que la recuerda con gran cariño.
En 1985 BRB era la empresa más fuerte del sector, con mayor proyección en el extranjero y dueña de las series animadas con más recaudación del mercado nacional. Sin embargo, la competencia voraz del anime asiático y los nuevos estudios surgidos en nuestro país les hizo perder el monopolio cuando se decidieron a explotar sus mejores éxitos con series secuela –‘La llamada de los gnomos’ (1987), ‘El retorno de D’Artacán’ (1990), ‘Willy Fog 2’ (1993)- que no obtuvieron el seguimiento esperado.
A partir de los años noventa, los estudios continuaron produciendo series como ‘Las mil y una Américas’ (1990), ‘La Cobi Troupe’ (1991),’ Sandokán’ (1992) y una nueva adaptación de los personajes de Ibáñez ‘Mortadelo y Filemón’ (1994), entre otros títulos. Desde entonces, BRB no ha parado de producir y distribuir sus productos adaptándose siempre a los cambios y novedades del momento y su fundador, Claudio Biern Boyd, es considerado actualmente como el Walt Disney español por su incomparable aportación a la animación en nuestro país.