TORRE DE LA ISLETA
1554-57. El Campello. Alicante
Desde la Torre de la Horadada por el sur a El Palmar en Denia por el norte, la provincia de Alicante tuvo 37 torres de vigía y defensa. Quince se han perdido para siempre. Del resto, unas se conservan en buen estado, otras están deterioradas y de seis sólo queda su base.
Estas torres de vigía y defensa se empezaron a construir desde época del Imperio Romano en las costas de sus dominios, en las costas de la Península Ibérica. Es durante la Baja Edad Media cuando se construyen la mayor parte de estas torres. En el siglo XVI el rey Felipe II refuerza la defensa de toda la costa mediterránea de España con castillos y torres vigía. Para otear el horizonte del mar y avisar de ataques enemigos y de piratas a las poblaciones de la costa levantina. Suelen estar a una ó dos leguas unas de otras.
Imitando a Pomponio Mela, la costa Mediterránea se dividió en dos senos (también denominado ancón: nudo de codo ó recodo donde se unen dos montes). Separa estos dos senos el Cabo de San Martín. El seno ilicitano (denominado así por el puerto de Illice) se extendía desde el Cabo de San Martín (Jávea) hasta el de Palos (Cartagena). El seno sucronense (nombre tomado por el río Sucrón ó Júcar) llegaba hasta Cataluña. Los dos senos lo formaban nueve partidos, según descripción de Escolano y Perales en su “Décadas de la Historia”. El tercer partido es el que correspondía a Alicante a partir de la torre vigía de Agua Amarga (ya no existe) a una legua del castillo de Alicante. Desde este a otra legua, la torre del Cabo de Alcobra (actual Faro de la Huerta). De aquí a una legua muy grande la torre de La Isleta. De esta a la del río Aguas y Peñas Blancas, a media legua. De la torre del río de Aguas está a una legua la del Giraley, también llamada Charco. Aquí se acaba el partido de Alicante y comienza el de Villajoyosa.
Estas torres de vigía y defensa se empezaron a construir desde época del Imperio Romano en las costas de sus dominios, en las costas de la Península Ibérica. Es durante la Baja Edad Media cuando se construyen la mayor parte de estas torres. En el siglo XVI el rey Felipe II refuerza la defensa de toda la costa mediterránea de España con castillos y torres vigía. Para otear el horizonte del mar y avisar de ataques enemigos y de piratas a las poblaciones de la costa levantina. Suelen estar a una ó dos leguas unas de otras.
Imitando a Pomponio Mela, la costa Mediterránea se dividió en dos senos (también denominado ancón: nudo de codo ó recodo donde se unen dos montes). Separa estos dos senos el Cabo de San Martín. El seno ilicitano (denominado así por el puerto de Illice) se extendía desde el Cabo de San Martín (Jávea) hasta el de Palos (Cartagena). El seno sucronense (nombre tomado por el río Sucrón ó Júcar) llegaba hasta Cataluña. Los dos senos lo formaban nueve partidos, según descripción de Escolano y Perales en su “Décadas de la Historia”. El tercer partido es el que correspondía a Alicante a partir de la torre vigía de Agua Amarga (ya no existe) a una legua del castillo de Alicante. Desde este a otra legua, la torre del Cabo de Alcobra (actual Faro de la Huerta). De aquí a una legua muy grande la torre de La Isleta. De esta a la del río Aguas y Peñas Blancas, a media legua. De la torre del río de Aguas está a una legua la del Giraley, también llamada Charco. Aquí se acaba el partido de Alicante y comienza el de Villajoyosa.
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