domingo, 17 de diciembre de 2017

Fiestas y tradiciones | El origen de Santa Claus




FIESTAS Y TRADICIONES

EL ORIGEN DE SANTA CLAUS




Papá Noel es  uno de los iconos más representativos de la Navidad; con su traje rojo, su barba blanca y su trineo tirado por renos el anciano navideño surca los cielos cada 24 de Diciembre repartiendo regalos a los niños de todo el mundo. Pero esta imagen seglar de la Navidad es mucho más reciente de lo que algunos puedan pensar, pues su historia es fruto de la imaginación de alguno de los escritores y artistas más importantes de los Estados Unidos.




Navidad es una época emocionante de fiestas y regalos que se celebra en todo el mundo cristiano cada 25 de Diciembre, día en la que se conmemora en nacimiento de Cristo. Es una fiesta en la que se decoran los hogares, se intercambian regalos y se ponen de manifiesto las bondades humanas y los valores familiares. Esta festividad de carácter religioso cuenta con más de mil años de antigüedad y durante ese tiempo ha ido creciendo, sufriendo modificaciones e incorporando nuevos relatos, tradiciones y elementos de otras religiones hasta sincretizarse en los que hoy conocemos. A día de hoy, las figuras bíblicas del niño Jesús o los Reyes Magos cohabitan con figuras de origen protestante como San Nicolás en un relato común que cada país interpreta según sus costumbres.

Más allá de sus orígenes, la Navidad es un periodo vacacional esperado por muchos que llena de luz calles y hogares donde los más pequeños son el centro de atención, pues son fechas donde se recompensa su buen comportamiento con dulces y regalos. Y para esta tarea, existe una figura primordial y protagonista para estas fechas sin la que la Navidad podría prescindir, un anciano de barba blanca que reparte regalos a los niños buenos. Es sin duda San Claus.

Papá Noel es  uno de los iconos más representativos de la Navidad. Con su traje rojo, su barba blanca y su trineo tirado por renos el anciano navideño surca los cielos cada 24 de Diciembre repartiendo regalos a los niños de todo el mundo. Pero esta imagen seglar de la Navidad es mucho más reciente de lo que algunos puedan pensar, pues su historia es fruto de la imaginación de alguno de los escritores y artistas más importantes de Estados Unidos que extendieron su relato a todo el mundo.


                                        


El mito religioso de San Nicolás

Su nombre es pronunciado en muchas lenguas, Santa Claus, Papá Noel, Father Christmas, Viejo pascuero, Babbo Natale, Sinterklaas, Kris Kringle, Julemanden, … son muchos los apelativos y personajes mitológicos con los que se le ha asociado, pero todos al fin y al cabo, con el paso del tiempo, se refieren a una misma persona. Algunas de estas acepciones son de origen precristiano y se refieren a figuras mitológicas que van desde ermitaños paganos de Centroeuropa a divinidades nórdicas como Odín.

A partir de los siglos IX y X, tras la cristianización de Europa, todas estas figuras legendarias fueron recogidas y sincretizadas directamente con la figura de San Nicolás de Bari, obispo de Myra (Turquía) y santo que, según la tradición, entregó todos sus bienes a los pobres para convertirse en monje. Este obispo tenía la particularidad de ser muy generoso con todos, especialmente con los niños.

Su nombre significa "protector y defensor de los pueblos" y era invocado por los fieles en peligros, naufragios o incendios consiguiendo éstos favores admirables por parte del santo. San Nicolás fue tan popular en la antigüedad que se le han consagrado en el mundo más de dos mil templos y cientos de representaciones en retablos, esculturas e iconos bizantinos.


                                        


El relato se volvió muy popular en Europa durante el siglo XVIII, sobretodo en Holanda, y su imagen tomó forma gracias a los dibujos que realizaron varios autores, en donde lo retrataban con barba blanca y vestiduras eclesiásticas de varios colores, entre ellos el rojo. 

Regalos desde España

El Sinterklaas, la festividad de San Nicolás, continúa celebrándose cada 5 de Diciembre en los Países Bajos como una de las fechas más importantes del calendario nacional. Durante este día se lleva a cabo una representación en la que San Nicolás llega en Barco procedente de España para repartir regalos a una multitud de niños que le recibe expectante entre vítores y aplausos. El Santo, caracterizado como un obispo de largas barbas, mitra y báculo, encabeza una cabalgata multitudinaria y recorre a lomos de un caballo blanco las principales avenidas de la ciudad. Durante el recorrido, San Nicolás reparte dulces y pequeños presentes con la ayuda de un séquito de ayudantes de tez negra conocidos como ‘Zwarte Piet’ o ‘Pedro el negro’, otra de las figuras de la navidad neerlandesa.





Del mito a la tradición

Pero la imagen actual que presenta Santa Claus dista mucho del santo católico y aunque tuvo su origen en las antiguas tradiciones europeas fue en los Estados Unidos donde sufrió su transformación más imaginativa y radical a partir del siglo XIX.

Estados Unidos es posiblemente el país que más ha favorecido a crear esta renovada visión de la Pascua y su capital, Nueva York, la ciudad donde se escribió la fiesta seglar moderna que celebramos en nuestros días. No es un hecho fortuito, las costumbres europeas perduraron en el tiempo y emigraron hasta el Nuevo Mundo con las colonias que se establecieron en la costa oeste de los Estados Unidos. Los fundadores de Nueva York, los holandeses, adoraban las sencillas tradiciones navideñas europeas, entre ellas las fiestas de San Nicolás, y continuaron celebrando estas fechas al margen de una ciudad que comenzaba a expandirse sin control y a crecer al ritmo frenético que marcaba la revolución industrial.

 La primera vez que apareció el nombre de Santa Claus fue en la novela de Washington Irving ‘Historia de Nueva York’, una traducción fonética del Sinterklaas holandés. Pero sería otro neoyorquino, el escritor Clement Clarke Moore el que, tomando como referencia el Santa Claus de Irving, cambiaría la cara de la navidad para siempre.


                                        


Clement Clarke Moore

Clement Clarke Moore (1779-1863) fue un escritor, profesor de literatura oriental y griega en la ciudad de Nueva York y autor de un poema titulado ‘Una visita de San Nicolás’, un texto cuyo contenido reinventaba la figura de San Nicolás. En el poema, escrito en 1822 y con una duración de 56 versos, Moore se inspiró en las tradiciones del viejo mundo, muchas de ellas sin ninguna relación, como las de San Nicolás de origen católico, el Sinterklaas protestante y hasta Odín, dios de la mitología nórdica y las incorporó a su nuevo personaje.

Este primer prototipo de Santa Claus vestía pieles estadounidenses, fumaba en pipa y era descrito no como un sacerdote sino como un elfo feliz con hoyuelos y ojos brillantes cargado con un saco lleno de juguetes para los niños. El relato también describía su peculiar medio de transporte, un trineo volador tirado por ocho renos con el que surcaba los cielos de todo el mundo. El poema cautivó a toda la sociedad estadounidense del siglo XIX y originó una Navidad nueva, una Navidad que aunaba las tradiciones religiosas y paganas, las costumbres populares y mitos europeos y las centraba en una festividad global que giraba en torno al hogar y la familia, valores que perduran como una característica esencial de estas fechas.

En las décadas que siguieron a continuación, los artistas fueron extendiendo el concepto de Clement y sería de nuevo otro neoyorkino el encargado de crear la versión definitiva de Santa Claus para las generaciones futuras. Fue el artista Thomas Nast considerado un pionero de la ilustración norteamericana y uno de los padres de la caricatura política.


                                        

Thomas Nast

Thomas Nast (1840-1902) fue uno de los ilustradores y caricaturistas más importantes de los Estados Unidos. Fue un artista político, activo durante la segunda mitad del siglo XIX, célebre por sus viñetas satíricas aparecidas en la prensa gráfica. Suyas son las imágenes del tío Sam que todos conocemos y del elefante y el burro republicanos, pero también de la idea actual que tenemos de Santa Claus.

En 1862 la revista Hamper’s Weeckly, una de las publicaciones estadounidenses más importantes del país, pidió al artista que se encargase de las ilustraciones navideñas. Nast transformó al viejo elfo de Moore en un personaje real, un abuelo de barba blanca y espesa, imagen de acaudalado victoriano, con abrigo rojo, botas negras y un cinturón con hebilla, entre otros muchos detalles. A partir este diseño, Santa Claus se volvió aún más popular entre la población y su presencia se volvió imprescindible en todas las navidades de Norteamérica.

Una de las razones por las que la Navidad de Clarcke Moore y Thomas Nast caló hasta el fondo de la sociedad estadounidense fue que desde un primer momento sus autores aludieron a la infancia y hacían protagonistas por un momento a una nueva generación de niños nacidos tras la revolución industrial. Esta interpretación centró necesariamente la atención en los regalos y la nueva industria se empleó a fondo para crear productos baratos con los que seducir a la incipiente clase media del país de las oportunidades. De este modo, los comerciantes no tardaron el apropiarse de la imagen de la Navidad y de Papá Noel como reclamo publicitario.


                                        


Llegaba el siglo XX y su imagen vendía más que productos, Papá Noel promocionaba las Navidades y la nostalgia cálida de esas fechas. El papel cada vez más amplio como icono publicitario le dio un aspecto más unificado y obtuvo su versión definitiva gracias, nuevamente, a los pinceles de un artista. Esta vez fue el famoso pintor e ilustrador Norman Rockwell.

Norman Rockwell

Norman Rockwell (1894-1978) fue un artista neoyorkino que pasará a la historia como uno de los mejores pintores de los Estados Unidos, con una capacidad única para captar el alma de la sociedad americana desde los años 20 hasta los años 60. Sus mejores trabajos fueron realizados para portadas de revistas y publicaciones de prensa, donde mostraba con minucioso detalle su gusto por lo anecdótico y las escenas populares de la clase media norteamericana. Su estilo realista, de tradición académica pero absolutamente renovador en las composiciones y los referentes, ha sido fundamental no solo para la historia del arte estadounidense sino para la iconografía global del país.




Desde el comienzo de su carrera, el artista reinterpretó la imagen del traje rojo, la barba blanca y la donación de regalos que había establecido Thomas Nast y la adaptó al nuevo siglo. Las portadas de revistas y su imagen en las postales navideñas mostraban a un Papá Noel jovial, grande y bonachón, rico en detalles y en multitud de escenas, desde la icónica ‘Un tambor para Tommy’ (1921, The Country Gentlemen), una de sus obras más queridas y famosas, hasta ‘Santa con los elfos’ (1922, Saturday Evening Post), donde se muestra al anciano exhausto en su taller, dormido en una silla, mientras los elfos terminan de realizar el trabajo. Ambas se consideran de sus mejores ilustraciones, auténticas obras maestras que sentaron un precedente y una visión de Papá Noel que perdura hasta el día de hoy.



En 1939 mientras Norman Rockwell mejoraban el aspecto de Papá Noel, el escritor Rober May creaba un nuevo icono para la estampa navideña, un reno con nariz roja llamado Rudolph. En su breve relato, el simpático acompañante iluminaba el camino de Santa Claus en la oscuridad de la noche a la cabeza del trineo volador. Su creación encandiló a los lectores de la época desde entonces y fue reproducido en nuevos relatos, cortos animados y canciones.

                    


Haddon Sundblom

La última aportación al Papa Noél secular que es reproducido en la actualidad fue el resultado del artista  Haddon Sundblom (1899-1976) con la empresa Coca-Cola para una serie de ilustraciones que acabarían por asociar al personaje con la marca de refrescos para siempre.

En 1931 el departamento publicitario de Coca-Cola encargó al artista Haddon Sundblom una serie de ilustraciones que asociaran a Santa Claus con el producto y que resaltaran el color rojo característico de la marca. Este artista fue el responsable de dar una imagen más humanizada y creíble del personaje, con un aspecto más alto, grueso, de rostro alegre y bondadoso, ojos pícaros y vestido de color rojo con ribetes blancos. Sus diseños fueron un éxito en la campaña comercial y gustaron tanto que Sundblom se mantuvo asociado a la compañía hasta 1966 y, más de medio siglo después, Coca-Cola sigue rescatando sus ilustraciones en su publicidad.


                                        


El hogar de Santa Claus

Puede decirse que tras Rockwell y Sundblom la imagen de Santa Claus no ha vuelto a sufrir modificaciones estéticas ni tampoco cambios en la idea original que Clark Moore redactara a principios del XIX (endulzada puntualmente con añadidos de otros autores que solo hicieron más que enriquecer el relato). Pero entonces, ¿no es real Santa Claus? se preguntaran muchos niños. Para dar respuesta a esta pregunta deberemos trasladarnos hasta su lugar de residencia, a miles de kilómetros de aquí, si queremos conocer el final de esta historia.

Para conocer la morada de este mágico personaje, pues solo con magia es capaz de llegar a los hogares de cada niño, debemos viajar hasta uno de los extremos del mundo, en el círculo polar ártico, más concretamente al pueblo de Rovaniemi, en las tierras heladas de Laponia Finlandesa. La cultura contemporánea ha reconocido el guiño de todos esos autores y ha convertido en realidad el sueño centenario de generaciones de niños en un punto concreto del mapa físico del mundo. Y hasta allí nos hemos trasladado.

Según la tradición reciente, Santa Claus vive en su casa del Polo Norte donde año tras año gestiona los millones de cartas que recibe anualmente y dirige la fábrica de juguetes con la ayuda de sus leales elfos. No es un trabajo fácil, pues en sus manos están las ilusiones de todos los niños del mundo.


                                        


Un icono universal


En la actualidad la figura de Santa Claus continúa siendo un icono imprescindible para estas fechas y es constante su aparición tanto en medios de comunicación como en películas y series de televisión. Desde la importación holandesa del mito de San Nicolás hasta las nuevas -y en algunos casos, estrambóticas- versiones que el cine ha hecho de él, Papá Noel ha acompañado a la sociedad norteamericana y crecido al mismo tiempo que ella. El personaje creado por Moore, rediseñado por Nast y Rockwell y estandarizado por Coca Cola a partir de los años 30 se ha convertido en un elemento cultural globalizado y adquirido por la mayoría de países occidentales en sus celebraciones y tradiciones contemporáneas.




A continuación te dejamos algunos enlaces al material audiovisual compartido en internet sobre Santa Claus.

Aquí puedes escuchar en cuento de la colección Salvat titulado 'La navidad de Papa Noel', un bonito recuerdo de nuestra infancia.




Otro de los audios relacionados es este divertidísimo corte emitido en el programa de radio Gomaespuma, hace ya muchos años (aviso: contiene muchos tacos).





¡Feliz Navidad a tod@s!





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