PIRÁMIDE ROJA
2582 a.C. | Dashur | Egipto
La pirámide roja es la tercera pirámide construida en Egipto y la más grande de la antigua necrópolis de Dashur. Su nombre se debe al color que adquiere al ponerse el sol y se considera la tumba definitiva del faraón Snefru, fundador de la IV Dinastía. Actualmente, su grandeza es eclipsada por las pirámides de Gizeh, construidas después de ella, pero la pirámide roja puede presumir de ser la construcción más grande de su época y la primera pirámide de caras lisas.
La pirámide roja es la tercera pirámide construida en Egipto y la más grande de la antigua necrópolis de Dashur. Su nombre se debe al color que adquiere al ponerse el sol y se considera la tumba definitiva del faraón Snefru, fundador de la IV Dinastía. Actualmente, su grandeza es eclipsada por las pirámides de Gizeh, construidas después de ella, pero la pirámide roja puede presumir de ser la construcción más grande de su época y la primera pirámide de caras lisas.
Dashur es una población egipcia situada a 40 kilómetros al sur de El Cairo en la zona más meridional de Menfis, conocida por acoger los restos de una de las necrópolis reales más antiguas de Egipto. Aquí se construyeron desde hace 4.500 años las tumbas de los faraones de las dinastías IV y XII y de entre todas ellas destaca por su tamaño y conservación la pirámide roja de Dashur, uno de los monumentos más grandes de Egipto.
La pirámide roja debe su nombre al color que adquieren los bloques de piedra al ponerse el sol, momento en el que la luz tiñe la estructura otorgándole este original tono rojizo. Pero la pirámide roja no siempre fue de este color. Originalmente, sus caras estaban revestidas con bloques lisos de piedra caliza blanca transportados desde las canteras de Tura. Esta cubierta dotaba al edificio de una luz intensamente brillante, lamentablemente no se ha conservado y solo unos pocos bloques permanecen aún en la base de la pirámide. Durante siglos, dicha piedra caliza fue utilizada para construir otros edificios de manera que lo que hoy contemplamos tan solo es su estructura interior. ¿Cómo de impresionante sería, entonces, la pirámide en su tiempo?
Si consideramos la pirámide acodada, también en Dashur, como un proyecto inconcluso del faraón Snefru, podríamos decir sin miedo a equivocarnos que la pirámide roja es la primera de todas las pirámides egipcias con forma clásica y de caras lisas. Y no solo eso, además su construcción supuso el paso definitivo hacia la pirámide perfecta alcanzada por los constructores de Gizeh apenas unas décadas después.
Snofru, el faraón constructor
La pirámide Roja de Dashur es una de las tres pirámides atribuidas a Snofru, primer faraón de la IV dinastía conocido como el gran faraón constructor. Su legado arquitectónico resulta fundamental para comprender la evolución constructiva del antiguo Egipto y la transición producida en la arquitectura funeraria hasta proyectar las pirámides que hoy todos conocemos. Antes de levantar esta gigantesca estructura de piedra, la más grande de su tiempo, Snofru reconstruyó la pirámide de Meidum, iniciada por su padre, y comenzó una nueva pirámide en Dashur, 40 kilómetros más al sur. Ambas pirámides resultaron un intento fallido por concebir su última morada ya que, desde un principio, se evidenciaron imperfecciones en su diseño y deficiencias durante su construcción que obligaron a los arquitectos a suspender los trabajos y abandonar las obras. Ninguno de estos edificios garantizaba la estabilidad de la estructura y sobretodo, la seguridad del cuerpo del faraón. Pero la longeva vida de Snefru, que llegó a gobernar por más de 40 años, le permitió acometer una nueva campaña constructiva que perpetuaría su nombre, glorificaría su imagen y lo más imaportante, aseguraría definitivamente la trascendencia de su cuerpo y su acceso al Duat, el mundo egipcio de los muertos. Esta fue la pirámide roja, la obra arquitectónica más ambiciosa concebida hasta el momento, una pirámide que superaría cualquier tumba real con unas dimensiones nunca antes alcanzadas.
En total, durante el reinado de este faraón se movieron en Egipto más de 3,2 millones de m³ de piedra, lo que equivale a un 20% más que el volumen de piedras utilizado en la construcción de la Gran Pirámide de Giza, de casi 2,6 millones de m³. El volumen pétreo de la pirámide roja solo fue superado por la pirámide de su sucesor, Keops, y por la del hijo de éste, Kefrén. Por tanto, podría decirse que es la tercera gran pirámide de la historia de Egipto y a pesar de todo esto, es poco conocida y muchos ignoran su existencia.
Una pirámide única de forma única
La pirámide fue construida aproximadamente hacia el año 2582 a.C. Sus dimensiones son de 220 metros de lado por una altura de 104 metros y un angulo de inclinación de 43 grados. Estas proporciones la convierten en una pirámide muy peculiar, ya que la desmesurada longitud de sus lados y su escasa altura para tal magnitud hacen que sus caras formen una pendiente de tan solo 43 grados, casi 10 grados menos que el resto de las pirámides de Egipto.
La primera exploración científica del monumento se debe al egiptólogo John Shae Perring en el año 1839, quien hizo las primeras mediciones y penetró en las cámaras interiores haciéndolas accesibles. Después varios arqueólogos estudiaron y excavaron la zona hasta que en 1980 se realizó un estudio definitivo a cargo del arqueólogo alemán Rainer Stadelmann.
Interior
La pirámide tiene 3 cámaras interiores, colocadas en serie, a las que se accede a través de un largo y estrecho pasillo semidescendiente de tan solo un metro veinte de altura. El corredor mide unos 67 metros de longitud y atraviesa el núcleo interno de la pirámide desde la entrada, ubicada en la cara norte, hasta la primera de las cámaras reales. Ésta tiene una base rectangular de 8 x 3 metros con un techo en falsa bóveda de 12 metros de altura. Contigua a ella se encuentra la segunda cámara, de idénticas dimensiones, pero con la particularidad de que está desplazada hacia el oeste respecto de la cámara anterior. Este desplazamiento hace que esta cámara se encuentre justo debajo del eje central de la pirámide. A la tercera y última de las cámaras se accede por la parte superior de la pared opuesta de la segunda cámara. Está orientada de este a oeste, al revés que las anteriores que lo están de norte a sur. Mide 4 x 8 metros y su techo, también por aproximación de hiladas, tiene una altura similar.
La pirámide fue profanada varias veces en la antigüedad y no se han encontrado en su interior rastro alguno del tesoro ni del sarcófago del faraón en ninguna de las habitaciones. En la segunda cámara se encontraron unos restos humanos momificados que fueron atribuidos a Snofru pero tampoco hay estudios concluyentes que lo demuestren.
Piramidión
Uno de los hallazgos más importantes realizados por el equipo alemán fue el piramidión, es decir la piedra, que estaba colocada en el vértice de la pirámide, el cual a pesar de estar fracturado en varios trozos, pudo ser reconstruido. Fue hecho en una sola pieza de caliza de Tura. Tiene 1,57 metros de base y es el único conocido del Imperio Antiguo. Como curiosidad, la inclinación del piramidión es ligeramente superior a la de la pirámide.
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