ARTISTAS 2.0
ANTONIO MINGOTE
Maestro del humor español
Logró poner una sonrisa en las
caras de la gente de orden (y también en las de personas más desordenadas).
Dibujante, humorista, escritor y académico de la lengua, su trazo y su
imaginario (sus pobres, sus galanes quijotescos o sus damas de la alta
burguesía fácilmente escandalizables) son esenciales para entender el devenir
reciente de España.
Maestro de la línea y del color,
ilustró carteles, decorados, vestuario, azulejos, vallas callejeras y todo tipo
de superficies. Sus personajes también supieron recoger parte de la esencia de
un embellecido Madrid burgués, ciudad que lo acogió como uno de sus vecinos más
queridos. “Muchas de las cosas que he hecho se las he dedicado a Madrid”,
declaraba en una entrevista de 1996. Con el arma de la ternura Mingote
supo poner ante los ojos de los pudientes realidades a las que estos no querían
mirar. Así describía su trabajo: "Razonar hasta más allá de lo razonable.
Despojar de la hojarasca que envuelve las cosas hasta hacerlas cómicas".
Entre sus libros de viñetas cabe citar, ‘Soltera y madre en la vida’, ‘Pierna creciente, falda menguante’, ‘Hasta que el matrimonio nos separe' (1955-1976), ‘Pequeño planeta' (1957), ‘Historia de Madrid' (1961), ‘Historia del traje' (1963), ‘Hombre solo' (1970 y 1988), ‘Este señor de negro' (1975), ‘Hombre atómico' (1976), ‘Al cielo iremos los de siempre' (1985), ‘Solo pobres' (1995), ‘El Mus' (1995) y ‘Mingote, punto y aparte’ (2002).
Una de sus obras más importantes
fue la serie de ilustraciones para El Quijote, realizadas en 2005 con motivo
del cuarto centenario de la publicación de la obra de Miguel de Cervantes.
Tardó dos años en completarla.
De familia aragonesa, Ángel
Antonio Mingote Barrachina nació en Sitges en 1919. Hijo de un conocido músico,
hizo carrera militar en la Academia de Guadalajara (donde distribuyó la revista
satírica La cabra), pero pronto abandonó esa senda para estudiar Filosofía y
Letras en Zaragoza. No llegó a terminar los estudios. De sus primeras nupcias
nació su hijo Carlos, en 1955. En 1966 contrajo matrimonio con Isabel Vigliola,
con quien tuvo otro hijo. En 1999 sufrió un accidente cerebrovascular por el
que tuvo que ser intervenido de urgencia.
Con solo 13 años, en 1932,
publicó su primer dibujo en el suplemento Gente Menuda, de la revista Blanco y
Negro. Esta publicación sería el germen del diario Abc, al que Mingote se
incorporó en 1953. Llegó convertirse en el icono de esa cabecera, para la que
realizó numerosas primeras páginas, un fenómeno periodístico poco frecuente y
que solo ha cultivado Abc. En la capital (donde llegó en
1944) trabó amistad con el guionista y escritor Rafael Azcona (fallecido en
2008), a quien introdujo en la gran publicación humorística del momento: La
Codorniz.
Su carrera literaria arrancó en
1948 con la novela Las palmeras de cartón. La segunda llegaría más de 40 años
después, en 1991: Adelita en su desván. Además participó en montajes teatrales
y en 1978 estrenó su película Vota a Gundisalvo.
Recibió numerosos títulos y distinciones, la más reciente es de noviembre de 2011, cuando el Rey le nombra Marqués de Daroca, localidad de la que procedía su familia. En 1961 le fue concedida la orden de Isabel la Católica. En 1966 se instituye el premio que lleva su nombre. En 1980 logra el Premio Nacional de Periodismo y en 1987 se convierte en el primer humorista (confeso) que ingresa en la Academia de la Lengua. Ocupaba el sillón ‘r’ minúscula. En 1996 recibe la medalla de oro al Mérito en el Trabajo. En 1998 logra el Premio Quevedos, el equivalente humorístico al Cervantes de Literatura. En 2001 obtiene el premi Gat Perich. En 2002 se le concede la medalla de oro al Mérito en las Bellas Artes. En 2005 es nombrado doctor ‘honoris causa’ por la Universidad de Alcalá de Henares y en 2007 recibe esa misma distinción por la Universidad Rey Juan Carlos.
Uno de sus últimos trabajos fue el cartel para la película de José Luis García Sánchez Los muertos no se tocan, nene, estrenada en 2011. Era una adaptación de una novela su amigo Azcona vetada por la censura franquista. Cada viñeta de Mingote era un espejo en el que mirarse cada día. Un espejo irrompible, por fortuna.
Texto de Antonio Fraguas,
aparecido en el diario El País el 3 de Abril de 2012
"Antonio Mingote regaló a la gente obras de arte que podría exponer cualquiera de los grandes museos del mundo y así ha sido posteriormente. Mingote supone un hito para el arte y la cultura española comparable a lo que Alphonse Mucha fue para el Art Nouveau y el modernismo en Europa."

Editorial

Antonio Fraguas "Forges" realizó esta viñeta homenajeando al maestro el día después de su fallecimiento, una imagen que fue utilizada también para despedir a su creador años después.
Noticia de la muerte de Mingote en los medios de comunicación (03-04-2012)
OTRAS VIÑETAS:
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