martes, 14 de marzo de 2017

Glosario | Kapala


GLOSARIO

KAPALAS

Las místicas copas-cráneo del Tibet




Kapala, – del sánscrito “cráneo” —, son copas rituales características del tantrismo, de origen hindú o budista, utilizadas para diversos rituales sagrados, esculpidas generalmente en una calavera humana, un casquete de cráneo vuelto que se transforma en una copa de ofrendas, símbolo de la impermanencia y de la muerte. 


El uso de objetos rituales ligados a las distintas costumbres y practicas religiosas es, desde siempre, parte de todas las culturas, con las lógicas diferencias fruto de las condiciones de cada población. Típico de los grupos nómadas que desde la antigüedad poblaron la zona de la estepa euroasiática es la utilización del cráneo, en sánscrito kapala y en tibetano thod pa, calavera, principalmente humanos pero no muy raramente de cabra o de mono.

Este utensilio en forma de copa o taza, es característica peculiar en el Hindú Tántrico y del budismo Vajrayana, o sea aquellas corrientes que se sirven de un entramado complejo de enseñanza de iniciación dirigido en exclusiva a un numero restringido de adeptos.

En la religión Hindú podemos encontrar distintas divinidades que justo en su simbología tradicional vienen representadas con kapala, normalmente en la mano izquierda, la de la sabiduría: Chinnamasta, esposa de Shiva y reencarnación de su propio sacrificio, comparada con la diosa budista Vajayogini, bebe la sangra en este pequeño cuenco, así como otras importantes entre las cuales Durga, Kali y el mismo Shiva- tanto en su aspecto cruel de Bhairava, como en su correspondiente budista donde toma la forma de Mahakala, el Gran Negro- en su iconografía vienen representados con este místico cuenco.


                                        


En ambas corrientes religiosas, en la practica tántrica la calavera tiene un excepcional valor simbólico y se asocia con las divinidades; con ellas se representa, define la condición de aceptar por parte de esta última la ofrenda sagrada, y por eso la posibilidad del fiel de ver aceptadas sus súplicas; metáfora de la transitoriedad, es sinónimo de sabiduría, sacrificio de uno mismo y gran rectitud, e incluye el concepto de Absoluto visto más allá de cualquier imagen de dualismo.

En el Tibet, donde la tradición de kapala es sin duda muy asumida y todavía hoy transmitida, las calaveras se tallan y se decoran como verdaderas obras de arte, grabadas e incrustadas en bajorrelieve, adornadas con metales importantes como el oro y la plata y embellecidas con piedras preciosas, montadas en pedestales para poder ser expuestas y para conservarlas sin deterioro.




La kapala podía ser realizada tanto con la calavera entera o también solamente con la parte superior, o sea el casquete, pero de todas formas, antes de cualquier uso era necesario consagrarlo todo.

Los motivos más reproducidos son, lógicamente, de origen sagrado: Kalí, la diosa de la eterna energía, Shiva, creador y destructor, principio de todas las cosas, así como Ganesha, dios muy amado y adorado por su capacidad de eliminar cualquier obstáculo, estos son con toda seguridad las figuras más representadas.

Las calaveras se recuperaban en las sepulturas populares, en donde la costumbre de dejar los cadáveres al aire libre para que los pájaros acabasen con sus cuerpos- costumbre ahora prohibida pero ejecutada desde siempre y llamada limosna para los pájaros -devolvía a las memorias lejanas del culto de los antepasados pre budistas, ligadas también a las practicas de los cazadores de cabezas que así mostraban de manera inequívoca como había que tener siempre presente la transitoriedad de la vida y como eso podía ser motivo para no caer en ninguna tentación ligada a los sentidos; desde el punto de vista religioso, todo eso está ligado al concepto de la elevación del alma destinada a perpetuar una eterna reencarnación, en una continua e incesante repetición.


                                        


Ciertamente, buscando en profundidad, otra respuesta más se encuentra en los antiguos rituales unidos a los sacrificios humanos que se practicaban con normalidad en el pasado.

Antes de utilizar la calavera, la misma se sumergía en el agua para que el tejido oseo se volviese más maleable y por tanto poder trabajarlo; además, como relatan las antiguas escrituras, la calavera tenía que tener unas características especificas para poder ser transformada en kapala: parece ser que tales requisitos fueran ocho, entre los cuales la forma, el color, la serie de señales - favorables y no- grabadas en la superficie y también el numero de partes que lo componía, y por último pero no menos importante, la sensación que transmitía.

El uso de estos cuencos para limosnas, como también se las llaman, en los monasterios budistas tibetanos está asociada a la practica simbólica de la ofrenda a los dioses y por tanto se usan para contener figurillas creadas con harina y mantequilla, llamadas torma, con forma de lengua, ojos, orejas, etc. ofrendas de los propios rituales tántricos.

Según el contenido, el nombre del cuenco cambia a ashrakapala si se utiliza para la sangre, y a mamsakapala si se usa para la carne o la comida.

No es importante saber a quien pertenece la calavera desde la cual se obtiene la kapala, lo importante es que no sea robada o adquirida de manera deshonrosa, esto implicaría un mal karma y por consiguiente una mala fortuna. Beber de él nos pondría en condición de obtener conocimiento y profundizar la personalidad de la persona a la que pertenecía la calavera.

Hoy día, en el Tibet, la tradición verbal de la memoria de los rituales tántricos y de todos los objetos ligados al mismo culto budista, está todavía muy presente y transmitida, sobretodo para que las nuevas generaciones no pierdan el uso y costumbre y el recuerdo de todo lo que el pasado ha generado y siempre considerado sagrado e intocable.

Además, siendo hoy muy difícil procurarse calaveras, estas se han sustituido por copias en bronce, reproducidas perfectamente, y que vienen consideradas como calaveras autenticas.

Símbolo de la muerte del yo, la calavera puede ser vista como un medio, puente y mediador entre el mundo de los vivos y el de los muertos, medio para relacionarnos con las personas que existían antes que nosotros, permitiéndonos conocer las calidades, los méritos y los defectos e interceptar toda la fuerza del karma desaparecido pero todavía presente e intenso en la kapala.





Texto: www.mundoetnico.com



OTRAS IMÁGENES RELACIONADAS:
          
                                        


OTROS VÍDEOS RELACIONADOS:




0 comentarios :